Los chilenos saben como celebrar un
cumpleaños. Por lo general no se va a una restaurante lujoso se pasa en la casa
con familia y amigos. ¿Qué hacen? Conversar, comer, tomar, bailar y se repita el ciclo. De hecho, eso puede
durar por toda la noche. El 18 de
abril fue el cumpleaños de mi mamá chilena. La dio el sobrenombre “Súper Mamá”
ni primera semana en Chile porque ella hace de todo y todavía la llamo
así. Cuando llegue del trabajo a
la librería mis padres ya habían empezado con la cena. Me metí en la cocina a las 3
de la tarde para ayudar y no la salí hasta casi 8 cuando todos llegaron.
Hice jengibre Soar para todos del
jengibre fresco, pisco, limón y azúcar flor y mi papá me enseñó como hacer un
asado. Desde nuestro primer asado había pensado y como siempre prepara el carne
tan rico y ese día aprendí sus secretos: carbón caliente y sal. Cuando todos habían llegado nos
sentamos alredor de la mesa y comimos por horas y horas. Las copas de vino (de todos) seguían estando
llenado gracias a mi papá chilena.
A la medianoche mas o menos nos pusimos cantar “cumpleaños feliz” y
después seguimos comiendo y cortamos el pastel. Cuando todos los invitados habían salido, seguí celebrando
con mi familia hasta las 3. Fue una experiencia tan especial ser parte de una
celebración así y me sentía como parte de la familia.
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